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Elemento tierra en tu creación



El elemento tierra supone aquí el enraizamiento de ese deseo que hemos fijado anteriormente en el elemento fuego , es decir la base material de lo que queremos.


Desear parece fácil aun cuando en realidad no lo es tanto como se ha visto en el punto correspondiente al elemento fuego, pero lo más normal es pensar que lo realmente difícil es como lograr nuestro deseo. Cuando se hable del elemento aire en próximo escrito se dará una base para funcionar pero ahora hay que ver un poco qué es lo que nos impide materializar nuestro deseo. Y el demonio al que tenemos que enfrentarnos, ese que quiere que no logremos lo que deseamos, se llama : j u s t i f i c a c i ó n.


Lo más normal del mundo es desear algo y a la vez darse cuenta de todo lo que tenemos en contra para lograrlo, hasta abdicar de nuestro deseo, es decir ceder al intento de crear nuestra realidad y movernos en el entorno que la matrix tiene para nosotros.


Cuando su deseo es frenado por una justificación, entonces es que su deseo no tenía la fuerza interna suficiente o que no lo alimentó usted con la fuerza suficiente.


¿Por qué? ¿en que nos basamos para decir esto? Pues si otros lo han conseguido, es decir si otros han superado el obstáculo, usted y yo también podemos. Vamos a un ejemplo. Supongamos que usted tiene el deseo de viajar pero, claro, no puede hacerlo porque no tiene dinero y en consecuencia renuncia a ese deseo. Pues bien la persona que inspiró el artículo sobre “el felicismo” , del cual pueden ver la foto, es un chaval ... que va en una silla de ruedas y viaja sólo por todo el mundo. Ignoro las justificaciones que puede tener usted para no viajar pero probablemente ir en silla de ruedas es mucho mas duro que lo que nos pasa a nosotros. ¿Dónde está la diferencia? En que el deseo de viajar de ese joven es innegociable. Pueden leer su historia en su libro “el mundo sobre ruedas” (de Albert Casals) que es muy divertido.


Es decir que la condición imprescindible para conseguir materializar lo que queremos es nunca, por difíciles que sean las circunstancias, por los motivos que sean, renunciar a nuestro deseo.


¿Quiere decir que sea fácil o que no sea verdad las razones que nos llevan a justificarnos? No, de ninguna manera. Por supuesto que esas razones son ciertas, pero nunca deben ser suficientes para hacernos abandonar. Por ejemplo si un niño dice que no hizo los deberes del colegio que le encargaron el día anterior, porque no tuvo tiempo, en realidad no está mintiendo, está diciendo una verdad. Al salir de clase se fue a jugar a futbol, solo media hora, luego llegó a casa y se puso a ver a Bob Esponja, luego fue a cenar y claro le vino el sueño, de manera que es cierto que no tuvo tiempo. Sin embargo ningún buen padre acepta esa “realidad externa” de que no tuvo tiempo y le castigará por no hacer los deberes.


Con nuestros deseos, si realmente lo son, debemos tener la misma firmeza y nunca renunciar a lo que deseamos. Si otro pudo conseguirlo (como el chico que va en silla de ruedas) todos podemos.


Cuando el demonio de la justificación no tiene fuerza suficiente para hacernos abandonar, aparece un aliado: el demonio de la necesidad. Eso de “yo quiero pero necesito el dinero para ....” En realidad la forma de superar este obstáculo es similar al caso anterior. El chico viajante en silla de ruedas dice en su libro que su presupuesto diario para viajes es de 3 euros al día y al final del libro incluso dice que le acaba sobrando dinero.


Cuando el deseo es lo suficientemente fuerte no hay obstáculo capaz de negarnos su consecución. Ningún gran hombre tuvo las cosas fáciles, pero nunca abandonó su deseo. De Thomas Edison, inventor de la bombilla, sus maestros le consideraban “un joven demasiado tonto para aprender algo” y fue despedido de un trabajo por improductivo. Pero él tenia deseos y uno de ellos era conseguir la bombilla eléctrica. Se dice que tuvo 1.000 intentos fallidos, pero como tenía fe en que al final lo conseguiría pues siguió adelante. En una entrevista le preguntaron: “¿Cómo se sientió frente a sus 1.000 infructuosos intentos?", Edison contestó: -"Yo no fallé 1.000 veces. La bombilla era una invención con 1.000 pasos".


En resumen: si quiere algo No permita la justificación, si lo hace está perdido y nadie merece perder su deseo.


Peor todo esto parece un tratado de auto ayuda de manera que ahora viene una parte un tanto más espiritual. Cuando el deseo de uno es lo suficientemente fuerte, usando las palabras de Pablo Cohelo, el universo entero conspira para que lo consiga.


¿cómo?


Pues a través de presentar casualidades, cosas un tanto extrañas, o no esperadas, que nos ayudan.


La causalidad es la respuesta angélica a nuestro deseo, pero para que estos actúen deben ver que vamos “en serio” con lo pedido, de ahí las dificultades. Pero ¿se puede hacer algo para que estas casualidades se potencien? Pues, aparte de lo que se hablará el mes siguiente del elemento aire, la potencialización de lo que queremos se cataliza empezando a hacer aquello que queremos. Hay que hacer lo que sea y no esperar a tener todos los “comos” para hacerlo. Si quiere aprender a nadar la única solución es tirarse la piscina y no pensar como es el movimiento natatorio.


Pensar está muy bien, pero sin acción, sin elemento tierra, no conduce a nada. Si su deseo es viajar, empiece como sea pero viaje, aunque sea al pueblo del lado.


Aquí llegamos a otro principio espiritual que por supuesto no puede ser demostrado matemáticamente pero si se comprueba en muchos casos de la vida de quien realmente ha querido algo como era el caso de Edison antes mencionado:


Siempre aparece un cómo si se tiene claro un qué


O dicho en otras palabras siempre aparecerá la manera de lograr algo cuando tengamos claro y sea definitivo en nosotros (a prueba de esos demonios mencionados) qué es aquello que queremos.


Por último ahora toca citar otro gran libro, Ilusiones, de Richard Bach en que nos dice:


Nunca
te conceden un deseo
sin concederte también la facultad
de convertirlo en realidad.


Sin embargo
Es posible
que te cueste trabajo.


Asi que ... adelante.




Que la Fuerza le acompañe,


continua en el punto ELEMENTO AGUA

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