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Las tentaciones


Es este otro episodio muy conocido de la vida de Jesucristo. Vamos a analizar cada uno de los versículos recogidos en el capítulo 4 del Evangelio de San Mateo. Son breves, por lo que no resultará una faena cansada y a continuación daremos una breve explicación de lo que, a nuestro juicio, indican.


MATEO 4


1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.


La retirada a la soledad del desierto supone un paso para el encuentro con uno mismo, o dicho de otro modo, es una forma de hacer crecer lo que somos: Espíritu. De manera que las pruebas que va a pasar Jesucristo son las que pasa toda persona que empieza a darse cuenta de la realidad espiritual. Todas las tentaciones, anticipamos, hacen referencia al crecimiento del ego, al diferenciarnos de los otros y olvidar que todos somos Uno. Vamos a verlas.


2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.


Lo primero que se le plantea a Jesucristo es la necesidad material. Él tiene hambre, de la misma manera que usted tiene necesidad de muchas cosas que cree le son imprescindibles. Y para colmarlas el „tentador“ (al que a partir de ahora llamaremos el innombrable)le dice que use los poderes que tiene para transformar el orden natural de las cosas, es decir que transforme esas piedras en pan que pueda comer. Pero se trata de cambiar las leyes para un uso personal, es decir para algo que beneficia al ego, pero a nadie mas.


Cuando uno se apercibe que desde que desarrolla su Espiritualidad está en una posición mejor que antes, o que es capaz de ver y percibir cosas, piensa si podría eso representarle algún tipo de beneficio personal y „ganarse el pan“. Pero lo importante es ayudar a los demás y no obtener algo material para uno mismo. En la Espiritualidad cuando alguien le pida una cantidad exagerada para darle un conocimiento: desconfíe. No tanto por la calidad de lo que le ofrece esa enseñanza o arte adivinatorio, sino por la bondad de la fuente de donde proviene. Quien tiene un „don“ debe darlo a los demás y lo importante es que llegue a todos y no sólo a los que pueden pagar una exageración por un conocimiento o enseñanza. Estaríamos de acuerdo, con los tiempos que corren, que con la Espiritualidad una persona pueda ganarse la vida pero nunca hacerse rica, es decir la Espiritualidad no debe perseguir ganar dinero sino ayudar a todos. Es esta una tentación enfocada a lo material.


Veamos la respuesta:


4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.


Es decir que lo importante es el mensaje, lo "que sale de la boca de Dios“ y no lo que sólo es material. Hemos de crecer en Espíritu para que los demás puedan crecer también y ser más felices y no sólo para obtener bienes.


Vamos ahora a la segunda tentación:


5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:


A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.


Aquí el innombrable intenta poner la idea de Fe en Dios y sus ángeles frente a una realidad física cómo es la ley de la gravedad. Viene a decir: „si estas protegido por la Divinidad... vence a la ley de la gravedad“, es decir que demuestre que puede con todo, incluso con las leyes físicas y que lo demuestre a todos de manera espectacular, arrojándose desde lo alto.


A menudo, por parte de la población, se buscan „pruebas“ de que esto de la Espiritualidad funciona. Aquí la tentación consiste en que demuestre la Fe a base de hacer algo que nadie puede, algo que le haga diferente a los demás, que llene su ego al hacerlo distinto y que por eso sea creído y admirado (vaya que monte un show para demostrar la Fe). Esta es una tentación emocional. Veamos la respuesta:


7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios


El camino para demostrar a los demás o a nosotros mismos algo, no pasa por hacer cabriolas espectaculares. Quien tiene Fe, quien tiene Fe verdadera, no precisa de ese montaje y no acepta ni siquiera la formulación de la pregunta. Eso de „ no tentarás „ viene a decir „ ni te plantees esperar resultados sorprendentes“ pues la Fuerza (nombre que personalmente doy a la Divinidad) no funciona así. Cuando usted ama a alguien en verdad no lo hace por esto o por lo otro, de la misma manera quien cree de verdad no precisa poner a prueba sus creencias.


Por último el innombrable insiste:


8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.


La última tentación es la de tener riquezas a base de renunciar a nuestros valores, a base de sustituirlos por otros, dejando de lado la esencia de Amor que somos y debemos ser todas las criaturas del Universo. La respuesta fue:


10 Entonces Jesús le dijo: Apártate de mí Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.


11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.


No hay más camino que este, que el desarrollo de la Ley de Dios, o lo que es lo mismo del Amor. El encuentro con los ángeles revela que esta es la manera, la única manera, de obtener un triunfo verdadero.






Que la Fuerza le acompañe,



Juan Pedro


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