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Los polos de nuestro actuar: Amor - Poder


Si hay algo que todos los hombres, y en todos los lugares del mundo, estamos de acuerdo es que a todos nos gusta vivir bien, sin problemas. Y también de ello se deduce que todos quisiéramos que en este mundo reinase el bien y no el mal, esto parece evidente ¿no?


Pero sin embargo el mundo no es así. No se vive bien por lo general, hay problemas, disputas, enfrentamientos, muertes etc., y parece que eso que llamamos “mal” es lo que más hay en la tierra. ¿Por qué es así? ¿Por qué, si todos queremos estar bien, estamos mal? Una respuesta fácil sería decir que es debido a las diferentes maneras de entender lo que es “bien” pero hay que ir más allá de este argumento.


Para obtener una respuesta satisfactoria hay que plantear la pregunta en términos adecuados, y a eso es a lo que se van a destinar las siguientes líneas. Y es que por extraño que parezca esto, la idea de “mal” en si mismo no existe, precisamente por la búsqueda de bien que todos los humanos desean. Vamos a poner ejemplos de situaciones que consideramos como “mal” para situarnos. Los terroristas del estado Islámico que decapitan a sus prisioneros, cosa que nos repudia a todos, en realidad para ellos están haciendo el “bien”, pues para ellos el único bien es el islamismo radical. Los soldados hebreos que bombardean a los palestinos, para ellos esa actitud no es “mal” pues es la forma de conseguir el “bien” de su territorio. Incluso para el ladrón que roba un banco su acto es un “bien” para él pues así obtiene el dinero que precisa. De manera que para no ver los actos de bien / mal de manera relativa y que parezca que nos justificamos en esta relatividad hay que ir más allá para ver qué se esconde tras estos conceptos.


Toda actividad de los hombres, responde directa o indirectamente, a dos fuerzas, a la búsqueda de lograr:


- Amor
- Poder


Y es sobre estas fuerzas sobre las que debemos centrarnos para entender eso del bien/mal. En los ejemplos antes indicados para relativizar bien y mal, los actos de los protagonistas persiguen claramente el poder. El terrorista que quiere imponer sus tesis matando, busca poder, no amor, claro está. Y dentro de esa búsqueda de poder se genera la idea de bien/ mal. El ladrón que se apropia de lo que no es suyo adquiere poder al robar, es decir bien para él, y resta poder a la víctima a la que roba, es decir le genera mal.


De manera que la idea de bien/mal,tal como se ha planteado en las líneas de inicio, surge de la acción del hombre en la búsqueda de poder.


Por supuesto que, claro, es normal que uno piense, leyendo esto desde casa, que sus actuaciones no son de este estilo, usted no es un ladrón, ni un terrorista, ni nada parecido, es más, se considera una buena persona, seguro. Pero las acciones de búsqueda de poder en la actuación humana nos influyen a todos, incluyendo a usted y a mí.


Pongamos un ejemplo. En todos los países en los que se juega a futbol existen rivalidades entre dos equipos. En España sería Barcelona – Madrid, en Argentina Boca Junior – River Plate etc. Pues bien, un seguidor del River, aunque no sea violento ni nada parecido, al apoyar a ese equipo lo está haciendo porque al vencer su equipo adquiere poder y él como parte de ese grupo humano, adquiere también poder. Pero claro para que se de esa adquisición de poder del River (gane= “bueno”) es preciso que el Boca Junior ceda parte del poder (pierda= "malo”), de manera que lo que es bueno para uno es malo para el otro. Aquí los conceptos bien/mal no tienen la fuerza escalofriante del caso de acto terrorista, pero el esquema formal es el mismo.


¿Es malo ser del Boca Junior? En sí mismo no es ni bueno ni malo pero es una acción de búsqueda de poder, que repito, no quiere decir sea moralmente inaceptable, simplemente es búsqueda de poder y como tal generará bien/mal.


Todo nacionalismo es búsqueda de poder, todas las guerras son búsqueda de poder y podríamos decir que el 90 % de los actos de un hombre en su vida, son búsqueda de poder.


Todo aquello que usted o yo podemos catalogar de “mal” precisa (por favor fíjese bien en esta condición necesaria) que sea enmarcada en una búsqueda, lograda o no, de poder.


Lo que parece terrible es que la base de la vida, la supervivencia, se basa en esta búsqueda de poder. Pero es parte de la verdadera evolución superar esta fase, como luego se comentará.


Veamos ahora el otro extremo, el de Amor. Precisamente el concepto amor, para ser verdadero no puede tener contrario. Podría parecer que sí, que el contrario del Amor es el odio, pero, por ejemplo, si una madre llega a odiar a su hijo es que nunca le amó de verdad, fue otra cosa, pero no Amor Verdadero. Igual sucede en cualquier relación. Si Amas de verdad no puedes llegar a odiar, y si llegas a odiar es que el Amor no fue verdadero. Muchas parejas que se divorcian y luego se muestran un odio atroz lo que demuestran es que su amor no fue Verdadero, fue fruto de muchas cosas: atracción, sexo, necesidad, búsqueda de protección, interés, entorno social, comodidad, familia, status, dinero, seguridad, etc, pero no de verdadero Amor. Puede que una pareja se separe pero si por una o las dos partes hubo amor verdadero la separación no impide que siga el amor, es decir el Verdadero Amor no tiene contrario.


Y esto es importante porque es lo único que puede definir al Amor. Nadie, por más listo que sea, puede definir en concepto racional qué es el amor, porque toda definición cae dentro de un concepto dual, que precisamente el Amor no contiene. Usted sabrá cuando ama de verdad, aunque no podrá explicarlo en palabras, no puede esquematizarse en ideas duales pues no es definible racionalmente. Es como lo que le pasó a Beethoven al cual le preguntaron: “¿Qué ha querido decir usted cuando compuso la quinta sinfonía?” a lo que el genial músico respondió: “mire, si pudiera decir en palabras lo que quiero expresar con la quinta sinfonía, no la hubiera compuesto”


La idea tradicional de evolución biológica, la idea Darwiniana, se basa en la adaptación de las especies a la supervivencia, es decir la adaptación de las especies en su búsqueda de mayores cuotas de poder: ser el mejor cazador, ser el animal de presa rápido para no ser cazado, etc, todo eso es elevar la cuota de poder de cada individuo y especie. Cuanto mayor sea la cuota de poder para los leones, peor les irá a las gacelas, pero cuanto mayor sea la cuota de poder de las gacelas, debido a que aumentan su velocidad de huida, menor será la de los leones. Ahora bien la evolución a “nivel cósmico”, es decir a verdadero nivel espiritual, de lo que se trata es de aumentar la cuota de amor, no la de poder, en la vida. Un león por ejemplo tiene mucha mayor cuota de poder que un gato siamés, pero este le supera y de mucho, en capacidad de amar, por ejemplo a sus amos humanos. El gato doméstico está más evolucionado que el gran y fuerte león.


Con todo esto, y que quede claro, no se pretende decir que todo acto de poder sea “malo”, en muchos casos quienes lo realizan lo considerarán actos buenos o muy buenos, pero no son en absoluto actos de Amor. Y para que algo llegue a ser malo es preciso esté enmarcado en acción de búsqueda de poder


¿Por qué mataron a Jesucristo? Pues porque él extendía la idea de crecer en el amor y aquellos que pretendían crecer en el poder, la cúpula religiosa hebrea, no podía permitírselo. En realidad eso pasa a menudo, quienes destacan en actos de Amor acaban mal (a corto plazo) por el ataque de los que buscan actuaciones de poder.
Pero claro, en la vida parece que todo está montado para que nosotros basemos nuestras acciones en una búsqueda de poder, y ello es debido a que nuestro nivel no está precisamente evolucionado por más que el hombre se sienta tan superior.


Vamos a ver ahora cómo reaccionar para reorientar nuestro actuar no buscando la idea de poder, y cómo actuar para que no aumente la atmosfera de búsqueda de poder que envuelve a la sociedad humana.


Vamos a empezar por un ejemplo simple ya citado: el seguidor del equipo de futbol que sigue a su equipo (pongamos el Boca Juniors) y odia al rival (River). Si esta persona va a ver un partido esperando que gane su equipo, estará buscando poder, si esta persona va a ver el futbol esperando ver un buen encuentro deportivo, deseando que gane el mejor, que no hayan lesionados en el campo ni en las gradas, que hayan buenas jugadas con independencia de quien las realice, estará actuando en un acto de amor, amor al futbol en este caso, pero de amor, no de ser más poderoso que el rival.


¿Qué supone actuar así? Pues sencillamente dejar de vivir desde la dualidad, y ese concepto está recogido en el último capítulo del libro “Espiritualidad Práctica” ; llamado “Vivir desde el alma” que puede descargarse gratuitamente en pdf clicando sobre el enlace del nombre del libro.


El secreto está en salir de la dualidad


Un médico que estudia para ganar dinero, porque la medicina está bien pagada, actúa buscando el poder (eso no es “malo”) porque para ganar dinero tendrá que ser mejor que los demás. Un médico que estudia para ayudar a los demás actúa desde el amor, porque lo que querrá es saber para curar, le es igual si los colegas de EEUU saben más o no, a él le bastará con seguir su propósito sin necesidad de compararse, es decir no entrar en la dualidad del ser mejor-ser peor.


Como el mundo está regido por los principios de poder es fácil reconocer a los “triunfadores” mientras que los que actúan por amor están más apagados a corto plazo. En el futbol todos conocen a los entrenadores de equipos punteros que ganan muchas cosas, mientras que el entrenador de (es un ejemplo) un equipo de niños con problemas familiares que les entrena para que encuentren salida a sus problemas a través del deporte, nadie le conoce ni se le reconoce.


Entonces aquí hay que hacer una primera reflexión: ¿en cuál de las dos categorías encuadro mis actos? No se asuste si se da cuenta que la mayoría están en la búsqueda de poder, porque la sociedad está montada para ello. En las bienaventuranzas se dice: “bienaventurados cuando por mi causa os insulten y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos porque vuestra recompensa será grande en el reino de los cielos.” Esto lo dice precisamente alguien que basaba sus actos desde el Amor y anuncia el ataque de aquellos que buscan el poder, pero la evolución espiritual precisa actos de amor, de ahí que la recompensa será grande


La palabra Cristo se dice de manera tradicional que procede del griego y quiere decir "ungido", pero si se va más atrás en la etimología su significado es algo así como “en línea con la Luz” o “en línea con Dios”. Si precisamente Dios es Amor, por la razón que Dios no puede tener contrarios (idea de Nicolás de Cusa) y el único concepto sin contrario es el Amor, Jesucristo está alineado con la Fuente al actuar desde, en y para el Amor. Pero a Jesucristo muchas veces no se le ha entendido y se trata como un personaje externo que hizo esto o aquello, pero lo importante no es el personaje sino sus actos e integrar estos en nosotros.


En la misa de la religión católica, después del Padre nuestro, hay una frase que dice “… mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo” Pues esa segunda venida de Jesucristo no quiere decir que va a volver Jesucristo y que como un Superman nos va a arreglar todo, sino que ese Jesucristo ha de nacer dentro de nosotros, es decir ha de nacer de nuestras obras acciones de Amor no de poder.


Otro ejemplo muy represnetado. Mire esta imagen: elemento virgen con niño


Se trata de un cuadro del pintor renacentista Rafael. ¿Qué ve usted? Seguramente dirá que es la imagen de la Virgen con el niño Jesus. Pues no, en realidad quien sostiene la virgen es a usted y a mí, al hombre nuevo que ha de renacer y que es el segundo Jesucristo. De manera que quien tiene que nacer, y más ahora que se recuerda Navidad, es el Cristo interno en cada uno de nosotros, el cual actúa no por poder sino por Amor. Cada vez que vea una imagen de "Virgen con el niño" mirese a usted como ese niño y no como la representación de otro que nació hace 2014 años


Dicho esto puede parecer que es una idea bonita y poco más, pero no, es algo que podemos hacer y si bien no es inmediato el nacimiento del Cristo interior sí lo es actuar minimizando las acciones de poder, y ello podemos hacerlo de dos maneras: a nivel individual y a nivel social. A nivel individual la reducción de nuestras acciones de búsqueda de poder se realizan siempre que se rehúye la dualidad. Me remito al ejemplo futbolístico explicado anteriormente. Pues hacer esto en todos los ámbitos nos va a permitir vivir la vida con una tranquilidad que nunca antes habíamos vivido pues la dualidad genera incertidumbre y dejar que nuestra felicidad quede en manos de la consecución, o no, del logro de nuestro fin, que no es más que la consecución de la cuota de poder. El maestro taoísta es quien ha vencido la dualidad, en consecuencia es libre. Porque la libertad no cosiste sólo en poder elegir entre A o B, sino en no ser prisioneros de la consecución o no de nuestras conquistas de poder de lograr ese A o B.


A nivel social se trata de intentar frenar todo lo que hay en la vida de búsqueda de poder. Y ya que recogemos lo que sembramos si no queremos recoger algo desagradable lo mejor es no sembrarlo. Exponemos un ejemplo. La violencia de género, la violencia en los campos de futbol, la violencia entre los jóvenes etc, es muy normal en nuestros días. Periódicamente los gobiernos intentan tomar medidas, lanzan leyes y establecen marcos para que no se produzcan estas circunstancias, pero estas medidas son y serán siempre ineficaces. ¿Por qué? Porque es la sociedad la que es violenta y a la que se le muestra la violencia como algo normal a través de múltiples formas. Sea la hora que sea cuando usted está leyendo esto podrá poner la televisión y seguro que en un canal hay una película con un asesinato.


La violencia se hace normal y a nadie escandaliza, tanto que se cada vez es menor la frontera entre ficción y realidad, y pasa lo que pasa de la misma manera que un rio desbordado inunda todo lo que está a su paso sin tener en cuenta que es.


La visualización de escenas violentas es nefasta para la vida. Hay video juegos brutales que se anuncian como lo máximo, lo mejor, cuanto más destrucción muestran; películas que claramente incitan a la venganza del protagonista con el que se debe identificar le espectador, etc.


Los gobiernos dirán que es cuestión de cultura, pero la civilizada Finlandia tiene una de las mayores tasas de violencia de género de Europa, en consecuencia el problema no está en la educación, está en la violencia que acepta la sociedad, aunque sea en forma de películas o juegos. Lo mismo podría decirse de la violencia deportiva. Siempre, una sociedad permisiva a la violencia virtual vivirá la violencia real. Y toda violencia es una de los extremos de la búsqueda de poder a la que nos hemos referido.


Y hay otro comportamiento más importante que podemos adoptar, es no seguir las pautas, no entrar en el juego del entorno que referencia con posiciones duales de tipo: “tu debes ser esto …” porque entonces ¿Qué sucede si no llego a serlo? En resumen, no entrar en la lucha dual, sino en aceptar ser uno mismo, sabiendo que cada ser es único, eso es ser libre. Todas estas nuevas actitudes parecerán raras al entorno que gusta de ver como los humanos luchan por algo y entran en el juego de competir unos contra otros, cuando el único con quien competir es con uno mismo para ver si soy hoy mejor que ayer.


De esta manera, cuantos más humanos hayan capaces de salir del juego,la humanidad avanzará, de lo contrario nos quedaremos atrapados en un juego de dualidades en los que el concepto de felicidad vendrá acompañado de infelicidad, ya sea para otra persona, lugar o tiempo, mientras que el concepto no dual, el Amor, será anecdótico en nuestra vida.


Tomar consciencia de esto es ponerse al servicio de la evolución, de la Luz. Y es el trabajo de todos



Que la Fuerza le acompañe,


JP

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