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Los sentidos


Por medio de los sentidos conocemos nuestro entorno, o mejor dicho interpretamos nuestro entorno. En realidad todo cuanto existe es una apreciación subjetiva de nuestra mente. Pongamos un ejemplo: un trozo de queso no es más que un objeto sólido de forma cuadrangular de cierto color amarillo, pero es así cuando está en el plato. Si ponemos el mismo pedazo de queso en la bandeja de un microscopio veremos lo que nos parece una superficie esponjosa con numerosas manchas negras. El queso es el mismo ¿dónde está la diferencia?, ¿en como lo vemos? No está en como interpretamos lo que vemos. Es la mente la que interpreta las señales del entorno de manera que lo que nos parece algo objetivo, fijo e inmutable no es más que una creación nuestra. Darse cuenta de esto es lo que llevó hace milenios a los sabios de la India a decir que todo cuanto existe es una ilusión y que el mundo es “Maia” pero no es el objeto extenderse sobre esto, baste decir que nada “es” sino que somos nosotros, desde nuestra subjetividad, quienes “hacemos” que las cosas sean de determinada manera.


Los sentidos son las ventanas que nos permiten acceder al exterior o lo que es lo mismo: que nos permiten hacer que las cosas sean en nosotros. Veamos las disfunciones de los mismos.


Ojos


Veamos las enfermedades más comunes.


La miopía es más común en la juventud pues es normal que los jóvenes sólo vean lo cercano. La miopía denota una subjetividad exagerada, quien la tiene lo ve todo desde su óptica y se siente personalmente afectado pro cualquier tema, pero esta subjetividad va unida a un gran desconocimiento de uno mismo.


La conjuntivitis, como toda infección, denota un conflicto. El dolor sólo se calma al cerrar los ojos y así nos indica que cerramos los ojos ante un conflicto que no queremos afrontar.


Todo en la vida muestra un aspecto dual, y para observar algo en su totalidad es preciso hacerlo desde dos polos, desde dos puntos de vista, por eso tenemos dos ojos. El estrabismo supone que uno de los dos polos precisos para percibir la realidad no se utiliza.


Las cataratas empañan la visión, así los contornos se hacen más suaves y el mundo parece menos cortante o agresivo. De esta manera se aleja uno del entorno y de sí mismo.


La glaucoma se produce por un aumento de presión interna del ojo y lleva a una visión tubular. Indica presiones no soltadas o dicho en otras palabras: lágrimas no derramadas.


Cuando una persona no ve bien, la pregunta a formulrse es

¿qué es lo que no quiero ver? La respuesta es, por lo general, a mi mismo.


Oído.


A través de los oídos no sólo captamos sonidos del exterior, también prestamos atención y sobre todo es a través del oído por donde llegan las órdenes. Al niño se le dictan ordenes verbales continuamente, así aprende a obedecer.


La facultad de oír es la expresión de la obediencia y humildad. Cuando no se quiere obedecer se hace “oídos sordos”. Resulta así fácil darse cuenta lo que representa un

problema de audición: falta de humildad y obediencia

y no querer oír determinadas presiones.


La otitis infantil se produce en la etapa en que los niños deben empezar a obedecer, mientras que los problemas de sordera de las personas mayores son producidos por la menor capacidad de adaptación y flexibilidad que se observa entre los ancianos, así como a que estos están cada vez menos dispuestos a obedecer, especialmente cuando ahora las órdenes son dadas por los hijos a quienes antes ellos mandaban.



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