elemento

Qué es un mantra


Hoy en día que lo oriental está de moda, posiblemente habrá oído hablar de los mantrams o mantras. Seguramente piensa que es una forma de orar de las religiones hinduistas y budistas, pero es mucho más. y de eso se va a hablar a continuación: de qué son, cómo funcionan y porqué pueden ayudarnos.


Un mantra es una serie de sílabas, palabras y frases que se van repitiendo y repitiendo decenas o cientos de veces. Entonces desde nuestro punto de vista de hombre occidental uno se plantea ¿pueden tener influencia en nuestras vidas simples palabras? Veámoslo.


La palabra es la manifestación primera de la intención o del pensamiento. Todo cuanto pensamos o queremos hacer debe ser manifestado en palabras antes de llegar a convertirse en acción. Tenemos así que el proceso creativo consta de tres fases: pensamiento – palabra (que no es más que el pensamiento expresado) y acción (que no es más que las palabras en movimiento).


En ese extraordinario libro que es “Conversaciones con Dios” de Neale Donald Walsch se dice:


El proceso de creación se inicia con el pensamiento; una idea, concepto o imagen mental. Todo lo que ves fue una vez idea de alguien. Nada existe en vuestro mundo que no haya existido antes como pensamiento puro.


Eso es cierto también respecto al universo.


El pensamiento es el primer nivel de la creación.


A continuación viene la palabra. Todo lo que se dice es pensamiento expresado. Es creador, y emite energía creadora al universo. Las palabras son más dinámicas (por lo tanto, algunas pueden ser más creadoras) que el pensamiento, puesto que las palabras constituyen un nivel de vibración distinto de el del pensamiento. Trastornan (cambian, alteran, afectan) al universo, causando un gran impacto.


Las palabras constituyen el segundo nivel de creación.


A continuación viene la acción.


Las acciones son palabras en movimiento. Las palabras son pensamientos expresados. Las ideas son energías reunidas. Las energías son fuerzas liberadas. Las fuerzas son elementos existentes. Los elementos son partículas de Dios; porciones del Todo, la sustancia de todo.


Es decir que la palabra ocupa una posición intermedia crucial para la creación de toda realidad, incluyendo por supuesto la realidad de nuestras vida que deseemos vivir.


Y para apoyar aún más esta idea de la importancia de la palabra el Evangelio de San Juan comienza diciendo:


Al principio ya existía la Palabra. La palabra estaba junto a Dios Y la Palabra era Dios. Todo fue hecho por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto llegó a existir. St. Juan 1. 1-4


En resumen: la palabra sigue al pensamiento creador y todo en nuestras vidas es un proceso creador.


El mantra como palabra tiene así fuerza y los tibetanos definen el mantra como “aquello que protege la mente.”


Aquello que protege la mente de la negatividad, que os protege de vuestra propia mente, es a lo que llamamos mantra (Sogyal Rimpoché)


El autor de la anterior frase nos dice que cuando nos sentimos frágiles, desorientados, o emocionalmente mal, recitar o cantar un mantra puede cambiar totalmente el estado de nuestra mente y en consecuencia de nuestro estado de desasosiego o infelicidad.


¿Cómo es posible? Porque en cada sílaba del mantra reside todo el poder espiritual que evoca la esencia de los sonidos pronunciados, y así al decir esas palabras nos cargamos de una energía transformadora capaz de renovar el estado de negatividad en que vivimos.


Etimológicamente la palabra mantra proviene del sánscrito “man”, que significa mente y “tra” protección. Hay muchísimos mantras, y la traducción de los mismos, al proceder de una lengua muy alejada de la nuestra, se hace difícil y así hemos encontrado para el mismo mantra significados muy dispares. Sin embargo el mantra no hay que entenderlo desde un punto de vista occidental, esto es intentando comprender el significado de las palabras, sino desde el punto de vista oriental y así captar la energía que esas palabras son capaces de movilizar en nosotros. Es por ello que los mantras no se traducen, se aceptan. Se van a dar a continuación varios mantras de los más conocidos y útiles:


Om Mani Padme Hum


Proviene de la India aunque está muy arraigado en el budismo tibetano. Con él se alcanza la paz mental y se desarrolla la compasión. Para ser más efectivo el mantra debe pronunciarse seguido y alargando el sonido de la m. Una de las muchas traducciones posibles sería: “contempla la joya en el loto” y aquí habría que entender el simbolismo de las palabras “joya” y “loto”, que a nuestro entender suponen la quintaesencia de la belleza. En consecuencia el contemplar tal grado de belleza nos llevaría a la ternura, a la compasión.


Otro mantra importante es:


Om Tara Tutare Ture Soha


La entidad Om Tara viene a ser la representante femenina de la Divinidad. De la misma manera que en Occidente contamos con la Virgen María, en el Tibet cuentan con Om Tara y en la China con Kwan Yin. Om Tara es la madre de todos los Budas, luego el parecido con nuestra Virgen es evidente ¿no? Entre las múltiples traducciones que hemos encontrado de este mantra nos quedamos con la idea que Om Tara es “quien nos ayuda a alcanzar la otra orilla”, es decir Ella es quien tenemos al lado para todo aquello que queremos o tengamos que afrontar.


Sogyal Rimpoché recomienda el mantra de Padmasambhava que sería:


Om Ah Hum Vajra Guru Padma Siddhi Hum


Om Ah Hung Benza Guru Pema Siddhi Hung (pronunciado a lo tibetano)


Posee el poder de traer la paz, protección y transformación en una época caótica como la actual.


Personalmente el que he probado y me llevó a creer en los mantras es:


Nam Miojo Renge Kio


Otros mantras son:



Om Shanti Shanti Shanti que supone una evocación a nuestra paz interna y a la colectiva


Om Namo Bhagavate Vasudevaya . Para la prosperidad, la paz ,y el bienestar.


Om Namah Shivaya”. Mantra general para mejorar y resolver cualquier situación.


Om Sri Ramaya Namaha. . Mantra para conseguir la gracia de lo divino en tus propósitos.


Om Shri Maha Lakshmiye Namaha. . Mantra para el dinero y la prosperidad


Om Shri Durgaya Namaha . Mantra para la protección y para todos los problemas económicos, físicos y mentales.


Om Shri Maha Ganapataye Namaha. . Mantra para quitar todos los obstáculos del camino.


Om Aim Sarasuatiye Namaha. . Mantra para la memoria, el conocimiento, los estudios, y para conseguir tener el poder del discurso.


Y así muchos más.


Pero no son los tibetanos e hindús los únicos en usar mantras. Los decretos de los seguidores de San Germain o las letanías católicas son una forma de mantra.


Destacamos por su importancia una muy práctica para superar aquellas situaciones de miedo y temor que está en latín. Nos referimos a: “ Salve Regina Mater Intemerata”


Un mantra puede recitarse donde queramos sin necesidad de precisar un ambiente espiritual ni nada parecido. Por ejemplo podemos recitar el “ Om Mani Padme Hum” mientras hacemos caravana en la carretera etc., y ello nos ayudará a sentirnos mejor mientras esperamos y a la llegada para hacer nuestros quehaceres.


De lo que se trata ahora es de tomar uno de esos mantras (recomiendo los primeros pero eso es una elección personal) y poner en práctica su recitación. Los mantras tienen 3.500 años de historia y si no funcionasen no hubieran llegado a nuestros días. Por favor, no nos crea, ¡pruébelo!




Que la Fuerza le acompañe,


Juan Pedro

freefree