Lumbago y ciática.
Se producen estos dolores por la presión de los discos de los cartílagos, situados entre las vértebras de la zona lumbar, sobre los nervios. El problema que revela este síntoma es una sobrecarga. Ello obliga a la persona a dejar toda actividad (recuerde eso de “que me impone la enfermedad” para entender el mensaje). Pero aún hay que ir más lejos y pensar ¿porqué aguanto tanta carga? La respuesta denota la idea que quien sufre esas enfermedades se carga mucho a fin de lograr una grandeza y laboriosidad que tapen un sentimiento de inferioridad, un querer demostrar a los demás lo bueno que es uno. Ello es absurdo, pues nunca hace falta demostrar nada a nadie, y para “ayudarnos” la enfermedad nos impone el no hacer nada. Así la enfermedad nos enseña la lección.
Articulaciones y reuma.
Las articulaciones permiten la movilidad. Cuando una articulación se paraliza es que el paciente se ha bloqueado. Los problemas en las articulaciones mecánicas nos indican que se ha abusado mucho de un polo, de una dirección, y ahora hay que ir en la dirección contraria.
Es normal que el dolor de las articulaciones afecte a la capacidad de movimientos. Sin embargo, a pesar del intenso dolor es curioso ver que el poliartrítico muestra gran paciencia e indiferencia hacia su mal. Para entender que nos enseña esta enfermedad hemos de ver lo dicho ya sobre la polaridad. Los pacientes con artrosis en momentos anteriores eran personas de gran movilidad, que trabajaban mucho para los demás, se sacrificaban, eran activos o grandes deportistas. Pero ha llegado un momento de poner freno a todo eso, de eso se encarga la enfermedad Van a tener que abandonar la idea de “soy imprescindible”, “yo lo hago” y todo eso, para dejar que sean los otros los que hagan.
Pero hay más. La artrosis supone que las arterias se han endurecido y sólo puede endurecerse lo que es rígido. Y es que los pacientes de artrosis, a nivel mental, son rígidos, y su movilidad era sólo aparente, sólo física y ahora la rigidez mental llega al cuerpo.
La medicina tradicional define así a los pacientes poliartríticos:
“los pacientes poliartríticos suelen ser meticulosos y perfeccionistas, presentando rasgos depresivos con gran espíritu de sacrificio y ganas de ayuda
, unido a una propensión a la melancolía”
El motivo por el que el reumático parece tener tanta paciencia y resignación con su enfermedad es porque no quiere abordar sus problemas. Es testarudo y está bloqueado. Además no quiere analizar las razones de su altruismo y sacrificio hacia los demás ni sus normas morales. De esta manera todas las verdades razones quedan escondidas en la sombra, toda la agresividad es encerada en la persona reumática y ello es lo que le genera dolor, mucho dolor.
Veamos un ejemplo. Si yo tengo deseos de dar un puñetazo a otro y no se lo doy esa agresividad retenida se quedará en mí y el dolor lo experimentare yo. Así quien sufre dolor debe preguntarse hacia quien iba esa agresividad que se ha tragado.